El poder del mar: alquiler de barcos en Ibiza

Si hay algo que puede ofrecerte una isla es, precisamente, su accesibilidad al mar. Es más difícil perderte entre sus calles que dar con una pequeña ventana al agua, al azul, a la arena recalentada por el sol. Precisamente porque es el mar lo que puede ofrecerte una isla, no debemos olvidar que es también desde el mar desde donde podemos visitarla.
Ibiza, más allá de la noche
Viajar a un lugar como Ibiza no nos ata a su noche, a la fiesta, a la gente, a sus calles: no nos quedemos en esa parte de las Baleares, porque también podremos encontrarlo en otras ciudad sin mar. En cambio, puedes acudir a un alquiler de barcos en Ibiza, informarte de las mejores vistas, verlo todo desde dentro, desde el mar, con todos los detalles cuidados. Si tu única pega es que no puedes navegar, no hay problema: el trato es personalizado y están a tu entera disposición para que dispongas de todo lo que necesites para ver la Isla Blanca como sólo pueden verla los privilegiados.
De la playa a la cubierta: otra forma de disfrutar el mar
Estamos acostumbrados a que viajar a una isla signifique ponernos el bañador, las gafas de sol, cojamos un buen libro y nos tumbemos en la toalla en una preciosa cala o playa, pero no nos olvidemos que precisamente lo que hace poderosa a una ciudad como Ibiza, o cualquier isla, es que está rodeada de mar. ¿Y si cambiamos la toalla, la silla, el sombrero, las gafas de sol por un barco, manteniendo el traje de baño y el libro?
Hay que darle, en este caso al mar Mediterráneo, el poder que le corresponde, la importancia y relevancia que merece. Si podemos alejarnos del ruido por un momento, aislarnos en un ambiente idílico sin necesidad de viajar a otros continentes, ¿por qué no hacerlo? Los únicos requisitos es que estés dispuesto a relajarte, que te prepares para el silencio y la calma del oleaje. Y si lo que te gusta de Ibiza es su fiesta, el ambiente, la música y la noche: ¿quién te impide pasártelo bien en un barco?