Fiestas de Despedida… ¿Solteros o Divorciados?

Ya dice el sabio refranero popular que «melón y casamiento han de ser de acertamiento.» Y es que todo matrimonio es una aventura. Da igual si dais comienzo al matrimonio o si por fin se acabó, eso hay que celebrarlo con los amigos, hay que hacer una fiesta de despedida de soltero o despedida del matrimonio, por fin. Para ello hay que organizar una buena juerga, pasárselo en grande con los amigos de siempre y no parar. Es esencial hacerse con ofertas hoteles, porque para que una fiesta de despedida sea de verdad un fiestón, hay que coger las maletas y largarse por lo menos un fin de semana completo, que de tiempo a la fiesta, a la resaca y vuelta a comenzar.
Nuestro país cuenta con una de las tasas más altas de divorcios de todo el mundo. Aunque la mayoría de los españoles se identifican como miembros de la Iglesia Católica, el 61% de las uniones terminan en ruptura.
¡Adiós matrimonio, adiós!
Cualquier separación lleva aparejada un alto coste emocional. Sin embargo, en esta sociedad altamente orientada al ocio y el esparcimiento, parece cada vez más habitual culminar una sentencia de divorcio con una fiesta por todo lo alto.
Y es que las despedidas de divorciados comienzan a ser tan populares como lo son aquellas que sirven para decir adiós a la soltería. Tanto es así, que este tipo de eventos está convirtiéndose en un negocio muy lucrativo.
Los organizadores -que ya se frotan las manos ante este nuevo escenario-, hablan en términos de «fiestas de liberación»: lo que se pretende celebrar no es la ruptura en sí, sino el regreso a la libertad perdida.
Esta realidad social no es patrimonio exclusivo de España, hablamos de un fenómeno de alcance global.
Despedidas Tarragona, y mucho más.
De modo que, si lo habitual era descubrir en las aguas de la Costa Dorada hordas de jóvenes a bordo de un catamarán celebrando el final de su soltería; tampoco nos deberá extrañar encontrar a nutridos grupos de cincuentones dejándose llevar sin reparo en alguno de los muchos locales de la Costa del Sol.
Despedidas Tarragona, Benalmádena, Córdoba, Tenerife… ¡Qué importa el destino, lo que cuenta es celebrar, por todo lo alto, el enlace…, o desenlace!
Si hace unos años arrejuntarse suponía vivir en pecado (únicamente en base a la madurez y trasformación de la sociedad conseguimos superar tales tabús), con lo que de tabú conllevaba, el estigma de divorciado también parece haber quedó atrás. ¿Por qué, pues, no sumarse a experiencias de socialización que promuevan y renueven la autoestima y la esperanza?
Fiesta, farra, juerga y jolgorio en las despedidas Tarragona, Las Vegas o Sidney… La diferencia no la marcará dónde se organice el evento, sino la edad de los participantes.
¿Soltero o divorciado?