La maternidad es uno de esos temas que es muy exclusivo de una parte de la población mundial, así como la paternidad lo es para la otra parte. Son dos cosas diferentes que muchas veces se colocan en el mismo nivel y también en el nivel de importancia. Sin embargo, si algo tienen en común estos dos conceptos es que son construcciones sociales impuestas a las personas. No importa si quieren o no. Ya es bastante difícil seguir las normas sociales, pero ¿y si no lo haces? Huesera: La Mujer Hueso nos habla de eso de una forma terrible.
Huesera: La mujer de hueso es una película dirigida por Michelle Garza Cervera y protagonizada por Natalia Solián, Alfonso Dosal, Mayra Batalla y Mercedes Hernández. La película cuenta la historia de Valeria, una joven que intenta quedar embarazada de su pareja, Raúl. Sin embargo, cuando su misión de embarazo finalmente se cumple, Valeria convoca a algo más junto con el niño. Algo que la perseguirá y la asustará hasta tal punto que podría ser un peligro para los demás e incluso para ella misma.
Huesera: La mujer de hueso es una gran película. Cervera hace un gran trabajo como directora, y ella y su elenco logran capturar esa sensación de horror que solo se puede crear en nuestras mentes. El horror que proviene de nuestra propia naturaleza como seres humanos que viven en este planeta. Está el horror de lo desconocido, de las cosas insondables, pero también está el horror que proviene de las cosas reales e inevitables. Huesera utiliza la maternidad como herramienta para hacer frente a estos problemas, y el resultado es muy satisfactorio.
Algunos dirían que esta película es sobre la maternidad, pero yo diría que es sobre otra cosa. La maternidad es solo un aspecto del panorama general, que tiene que ver con la identidad. La maternidad es uno de esos roles específicos que la sociedad quiere que las personas desempeñen. Tan pronto como una persona da a luz a un niño, parece que es madre inmediatamente. Sin embargo, todos somos diferentes, entonces, ¿por qué todos encajarían en tal construcción social? Bueno, no lo hacen, por supuesto, y la película trata principalmente de este tema.
Natalia Solián brilla en el papel de Valeria, una mujer que intenta encontrar su propia identidad. La actuación de Solián es magnética y hace un gran trabajo al atravesar todo el espectro de emociones de una manera que se siente sin esfuerzo. El descenso de su personaje está muy bien logrado. Así que los accesorios no solo encajan con ella sino también con la historia, lo que nos enseña un poco más sobre el personaje. Nos hace apoyarla, incluso cuando las normas sociales nos dirían que es una mala persona por lo que está haciendo.
El resto del elenco también hace un gran trabajo, pero Batalla, en el papel de Octavia, y Mercedes Fernandez como Isabel son definitivamente los puntos destacados del elenco secundario. Batalla interpreta a su personaje con entusiasmo y carisma, y rápidamente comprendes por qué ciertos personajes sienten lo que sienten por ella. Mientras tanto, la presencia de Mercedes Fernández es menor, pero cada vez que aparece en pantalla, todo se siente más cálido y mejor. Sería genial aprender más sobre estos personajes, pero cumplen muy bien su propósito.
En lo que respecta a las imágenes, la película está muy bien rodada. Nur Rubio Sherwell dirige la dirección de fotografía, lo que da como resultado una combinación de materias primas y una composición muy cuidada. La película busca encontrar el horror en el mundo. Al igual que lo hace Lynch, no necesitas un maldito monstruo para darte una sensación de pavor. Algunas tomas funcionan muy bien en el lado del terror, especialmente una que involucra una ventana. Las imágenes buscan un efecto más sutil que algo en tu cara, pero son igual de efectivos.
Sin embargo, Cevera y su equipo no rehuyen algunas imágenes espantosas. Hay algunos momentos hacia el comienzo de la película y luego al final donde las cosas se vuelven realmente locas. Para aquellos a los que les gustan los videojuegos, esta película casi se siente como una adición a Bloodborne, una historia paralela de uno de los personajes del juego. Algunas imágenes del final incluso nos dan la sensación de que estamos a punto de enfrentarnos a The One Reborn. Todo el concepto realmente grita que estas dos obras podrían estar conectadas, pero tal vez sea solo una maravillosa coincidencia.
Al final, Huesera: The Bone Woman es un gran ejemplo de una película de terror que no tiene nada que envidiar al trabajo de Ari Aster y otras películas de terror estrenadas bajo la marca A24. Estas son películas de terror que intentan tener suspenso y se inclinan más hacia una sensación de suspenso que de shock total. Cervera, su equipo y el elenco se presentan como talentos dignos de seguir. América Latina parece un gran caso para el terror, y nos alegra que películas como esta se atrevan a explorar el género usando nuestras voces.
Puntuación: 9/10
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