El mundo de la mitología griega está lleno de historias diferentes que pueden hacernos repensar cómo deberíamos mirar a otras personas y las diferentes situaciones por las que pasan. Lo mismo le pasó a Medusa en «Percy Jackson y los dioses del Olimpo», ya que fue presentada como una villana a la que Percy y sus amigos tuvieron que enfrentarse en su viaje al inframundo. No hace falta decir que se convirtió en una amenaza para los héroes y su búsqueda. Pero ¿Medusa era realmente malvada?
Medusa amaba y adoraba a Atenea.
En el episodio 3 de ‘Percy Jackson y los dioses del Olimpo’, Percy, Annabeth y Grover se desviaron de su búsqueda cuando se encontraron con las furias. Esto los llevó a un camino de sátiro que pasaba por la casa de Medusa. Por supuesto, la guarida de Medusa estaba llena de estatuas de piedra debido al hecho de que era conocida por petrificar a cualquiera con solo mirarlos, lo que la convertía en un monstruo peligroso.
Sin embargo, en lugar de convertirse instantáneamente en una amenaza para Percy y sus aliados, Medusa fue el menor de los dos males, ya que Percy y sus amigos eligieron entre entrar en su guarida o enfrentarse a Alecto al aire libre. Decidieron ir con Medusa, asegurándose de evitar el contacto visual con ella. Sorprendentemente, Medusa fue un poco amable con los héroes durante un tiempo porque realmente necesitaba algo de ellos.
Medusa le contó a Percy y a sus amigos la historia detrás de su forma monstruosa, ya que no siempre fue una criatura con pelo de serpiente que tenía la capacidad de convertir todo lo que miraba en piedra. De hecho, había una historia más profunda relacionada con su transformación, y todo comenzó con los dioses griegos.
Hace cientos de años, cuando era una simple humana normal, Medusa amaba y adoraba a Atenea, la diosa griega de la sabiduría. Sin embargo, el problema era que a Atenea nunca le importó Medusa en absoluto. Por mucho que Medusa la amara y adorara, Atenea nunca le dio a Medusa el mismo tipo de amor y adoración.
Un día, sin embargo, otro dios griego vio la belleza de Medusa. Se trataba de Poseidón, que sabemos que es el padre de Percy Jackson. Poseidón le dio a Medusa el amor y la adoración que ella nunca recibió de Atenea. Tendría sentido que Medusa quisiera aceptar ese amor porque nunca recibió el mismo trato de Atenea.
No tiene sentido, pero Atenea se enojó con Medusa porque Poseidón estaba dispuesto a darle amor. La ira de Atenea tenía su raíz en su orgullo, como si fuera una niña que se enojó después de ver a otro niño jugando con el juguete que ella tiró. Pero en lugar de enojarse con Poseidón, canalizó su rabia hacia Medusa, a quien maldijo para que se convirtiera en un monstruo al que ninguna persona podría volver a mirar.
Como tal, Atenea era básicamente una diosa celosa que maldijo a una mujer inocente que la adoraba para que se convirtiera en un monstruo simplemente porque otro dios decidió amarla. No había nada en su historia de fondo que sugiriera que ella era malvada. Esta era una de las cosas que Sally Jackson estaba tratando de decirle a un Percy más joven cuando visitaron el museo juntos, ya que probablemente ya sabía sobre la verdadera historia detrás de Medusa.
Medusa se convirtió en una mujer despreciada
Establecimos el hecho de que Medusa nunca nació como un monstruo, sino que simplemente se convirtió en uno debido a que los dioses desempeñaron el papel de dioses que veían a los humanos como cosas con las que podían jugar. Sin embargo, si bien Medusa no era malvada, el destino que sufrió la convirtió en un verdadero monstruo que solo albergaba odio en su corazón.
El odio de Medusa no era evidente al principio porque podría haber petrificado a Annabeth, quien sabemos que es la hija de Atenea. Sin embargo, cuando intenta llegar a un acuerdo con Percy para que le permita tomar a Annabeth como una forma de vengarse de Atenea, queda claro que Medusa es ahora una mujer despreciada debido a las acciones de los dioses.
Esto demuestra hasta qué punto puede cambiar una persona, pasando de ser inocente a ser desdeñosa. La historia de vida de Medusa es una advertencia sobre lo que sucede cuando los dioses o quienes están en el poder juegan con las vidas de las personas que están por debajo de ellos. En el caso de Medusa, ella era una figura trágica que se convirtió en víctima de los celos de una diosa.
Hasta cierto punto, la caída de Medusa en la locura como un monstruo desdeñoso puede ser comprensible, ya que era una jugadora inocente que simplemente quería amar a una diosa, pero nunca recuperó su amor. Atenea era la antagonista en la vida de Medusa, y no hace falta decir que su enojo hacia la diosa era bastante comprensible.
Es solo que nunca debió haber intentado canalizar su ira contra los hijos de los dioses que jugaron con ella. Sabemos cómo le fue, ya que Percy y Annabeth trabajaron juntos para cortarle la cabeza.
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