Revisión de ‘Day Shift’: Jamie Foxx se prepara para matar algunos vampiros durante el día en esta comedia de acción

87Eleven Entertainment ha demostrado en poco tiempo que pueden cumplir cuando se trata de crear películas de acción. La misión de la productora es llevar el cine de acción a una nueva era. Una era en la que los equipos de dobles pueden mostrar su talento frente a la cámara sin tener que esconderse detrás de ediciones extrañas que socavan sus esfuerzos. 87Eleven Entertainment quiere mostrarte que la acción se puede ver claramente y no tiene que ser desordenada.
La serie John Wick es el proyecto insignia de la productora hasta la fecha. La franquicia es famosa y el personaje de John Wick ya forma parte de la cultura pop. Es un logro notable para una empresa que ha estado en la industria por menos de diez años. Recientemente, sus proyectos se han apartado de una tarifa más sustancial, como el spin-off de Fast & Furious.
Parece que todo va bien para 87Eleven Entertainment, cuya última producción es para Netflix Day Shift, película dirigida por JJ Perry y protagonizada por Jamie Foxx, Dave Franco, Natasha Liu Bordizzo, Meagan Good y Snoop Dogg. La película cuenta la historia de Bud Jablonski, un luchador cazador de vampiros que trabaja en el turno de día. Cuando intenta unirse a Vampire Hunter Union, se le une un recepcionista llamado Seth, y juntos descubren una terrible conspiración que destruiría la ciudad de Los Ángeles.
La serie John Wick ha establecido un estándar tan alto para el género que 87Eleven Entertainment parece estar luchando por ponerse al día. Películas como Day Shift no han logrado capturar la esencia y la practicidad que hacen que las películas de Wick sean tan atractivas de ver. Lo cual es triste, porque aquí hay muchas ideas geniales, pero un guión débil y una dirección mediocre hacen que la película flote en medio de la nada y sea una oportunidad perdida.
De todos los proyectos de 87Eleven Entertainment no dirigidos por Chad Stahelski o David Leitch, ninguno ha sido el más exitoso, tanto desde el punto de vista de la oficina como en términos de calidad del producto final. La visión de la persona detrás del chai parece ser muy importante, y JJ Perry no parece contento con el papel. No es solo un mal director, es el hecho de que la película no logra ser más de lo que es. Todo parece muy estándar a la hora de encuadrar los planos e incluso las secuencias de lucha.